Vemos el camino con claridad y sentimos el impulso de avanzar con rapidez, sin embargo, se descubre todo lo que hay que soltar y dejar morir para que eso ocurra. Si no lo dejamos morir, la fuerza del cambio nos lo hará con tensión y dolor. Abscesos, desbridamientos, necrosis, limpiar heridas, no cargar lo viejo.